Cuenta de ahorro vs. corriente: aprende sobre finanzas en pareja

Este febrero, mientras celebramos el amor y la amistad, también podemos aprovechar para fortalecer nuestra relación con el dinero y nutrir este vínculo financiero. Después de haber aprendido cómo administrar tus finanzas con un presupuesto mensual, ahora es el momento de conocer las cuentas corrientes y de ahorro.

Cuentas corrientes vs. cuentas de ahorro

La cuenta corriente es como el centro de operaciones de tus finanzas, diseñada para  facilitar transacciones diarias como pagar facturas y hacer compras. Es la opción ideal para el manejo de gastos regulares.

Mientras que la cuenta de ahorro se convierte en tu aliada en la acumulación de fondos a corto, mediano o largo plazo, ofreciendo intereses que contribuyen al crecimiento de tu dinero. Esta cuenta es adecuada para aquellos que buscan planificar su futuro económico o iniciar el hábito del ahorro.

Características generales

Cuenta corriente:

  • Permite realizar transacciones diarias
  • Brinda acceso rápido a los fondos depositados
  • Proporciona una chequera
  • Suele estar vinculada a una tarjeta de débito
  • No genera intereses significativos

Cuenta de ahorro:

  • Acumula fondos 
  • Brinda acceso flexible a los fondos depositados
  • Garantiza la seguridad de tu dinero
  • Cuenta con límite de transacciones

Para dar continuidad al tema que abordamos en enero sobre establecer un presupuesto mensual, las cuentas corrientes y de ahorro son esenciales para destinar parte de tus ingresos al ahorro. Compartir esta información con seres queridos puede enriquecer el camino hacia el bienestar económico. 

A propósito, en este mes dedicado al amor y la amistad, queremos también destacar la importancia de gestionar el ahorro en pareja. Por eso, adicionalmente, compartimos cinco tips para que lo administres de manera efectiva:

  1. Definir metas financieras, como la compra de una casa, para trabajar en la misma dirección.
  1. Crear un presupuesto equitativo facilitará la asignación justa de responsabilidades.
  1. Fomentar una comunicación abierta sobre los gastos, ingresos y objetivos financieros.
  1. Mantener cuentas compartidas para gastos comunes, como el alquiler, y cuentas individuales para tener independencia económica.
  2. Asignar, en el presupuesto, un porcentaje para disfrutar de actividades de ocio que celebren las metas alcanzadas.

Recuerda que el éxito financiero es aún más significativo cuando se comparte en pareja.