Estabilidad, el objetivo de cada proyecto comercial. Conseguir un equilibrio económico que le otorgue rentabilidad en cualquier rubro es un indicador de sostenibilidad, lo que nos ayuda a dirigir nuestra empresa hacia la prosperidad. A continuación, hablaremos de todas esas prácticas financieras que nos acercan a un modelo de negocio ideal.
El camino de la sostenibilidad financiera
Cuando tratamos de salir adelante con nuestra marca, necesitamos enfocarnos y revisar nuestro plan de negocios. El primer paso para apuntar a la sostenibilidad es la autoevaluación: analizar el estado actual de la empresa, definir las funciones de los empleados, establecer metas realistas a largo plazo, revisar las oportunidades de crecimiento e inversión.
Como podrá notarse, la organización es clave para conseguir una empresa autosuficiente; ello incluye el buen uso de los recursos, tanto los materiales como los humanos y los propiamente monetarios. El registro adecuado de los ingresos y egresos es una parte esencial de la efectividad de los negocios. Debemos conocer qué productos y servicios nos dan una ventaja económica y también conocer aquellos detalles que nos hacen tener gastos y que tal vez podríamos reducir.
El registro mencionado es conocido como flujo de caja, y tenemos que aprender a gestionarlo correctamente. Lo primordial es obtener liquidez y apoyarnos en una cuenta corriente para automatizar cobros y pagos de servicios, los cuales se recomienda hacerlos inmediatamente y no estar a la expectativa de dinero futuro. El presupuesto también se incluye acá, al analizar su distribución y preparar un plan de emergencia y uno de ahorro.
Con respecto al ahorro, una buena práctica es la reinversión de ganancias o de utilidades. Cuando la empresa crece, las ganancias se hacen evidentes; podríamos pensar que ese dinero nos queda para uso personal, pero lo más adecuado es seguir invirtiendo en las necesidades del negocio. Así, la empresa se vuelve sostenible: no requiere inyección de más dinero, sino que es “independiente” al consumir únicamente su propio flujo de efectivo.
Ahorrar y reinvertir son las maneras más eficientes de gestionar el flujo de caja y alcanzar la sostenibilidad empresarial, puesto que apuntan a la reutilización de recursos; esto nos ayudará a buscar créditos e inversiones solamente cuando sean necesarios para llevar a nuestro negocio a otro nivel.
Cuándo, dónde y qué créditos para PYME me sirven
Es muy importante llegar a la sostenibilidad empresarial para tener mejores ofertas de crédito. Las instituciones financieras evaluarán nuestra capacidad de gestión para aprobar los préstamos, revisarán el historial crediticio para saber qué tan responsables somos con los pagos y, además, sabrán si contamos con un fondo de emergencia o capacidad de ahorro para no quebrar. Ahora bien, ellos estudian nuestro caso a profundidad, pero nosotros también debemos tener claro qué tipo de financiación pediremos.
- ¿Cuál es el mejor momento para solicitar un préstamo? Cuando tengamos en orden todos los papeles de la empresa: la condición legal, la condición fiscal, la condición financiera, todo detallado en un plan de negocios. Además, para solicitarlos es indispensable tener claro el destino de los fondos. Los bancos tienen experiencia en el crecimiento empresarial, ellos sabrán si de verdad es buen momento para impulsar nuestra PYME o si nuestro plan de inversión es viable.
- ¿Qué buscar en una oferta de créditos? Debemos analizar los intereses y el monto total a pagar y elegir créditos que ofrezcan facilidad y flexibilidad de pago; además, la rapidez de aprobación es otra característica importante. Consideremos los tipos de créditos que ayudarán a la funcionalidad de nuestra PYME, por ejemplo, créditos ecológicos e invertir en materiales amigables para el medioambiente.
- ¿Dónde solicitar financiación? Los bancos siempre tienen ejecutivos listos para atenderte, pero ahora la innovación nos permite también solicitar este servicio a través de las bancas en línea o apps oficiales de los bancos, acelerando y simplificando el trámite de los préstamos, desde lo remoto y ahorrándose muchos pasos y papelería, resultando en tasas de interés más bajas para los solicitantes.
Toda buena práctica financiera lleva a otra buena práctica, y la suma de estas traerá beneficios para el negocio. De esta manera, la reinversión, el ahorro, la gestión del flujo de caja, todo conlleva a una salud financiera que nos abrirá la puerta hacia mejores ofertas de crédito en el momento en que necesitemos impulsar nuestra PYME.