Los has visto por todos lados y de seguro ya los has utilizado. Los ATM’s se convirtieron en una excelente herramienta para acelerar ciertas transacciones bancarias que no requieren de mucha complejidad. Sin embargo, puede que aún no tengas claro todo sobre ellos para que realices trámites de forma segura y sencilla. A continuación, te contamos más.

¿Qué hay detrás de las siglas ATM?

ATM son las siglas en inglés para Automated Teller Machine, que traducimos al español como cajero automático, término con el que podrías estar más familiarizado. Por su significado, podemos intuir que un ATM es una máquina con un sistema automatizado, el cual sirve para realizar operaciones financieras. Prácticamente, el ATM es una computadora conectada a la central del banco, que cumple sus funciones sin tener que acudir al personal del mismo.

Los procesos básicos de los ATM’s son el retiro y el depósito de dinero, dependiendo del tipo de ATM (los cuales serán explicados pronto). El cajero automático sirve para realizar estos movimientos de dinero que, en teoría, no son difíciles, y por los cuales no hay necesidad de hacer una cita en el banco. De manera más específica, las transacciones posibles en los cajeros automáticos suelen ser el retiro de dinero de cuenta corriente o de ahorro, revisión del estado de cuenta, pago de servicios, diversos tipos de recargas, envío de dinero a otras cuentas, etc.

Los ATM’s actuales están compuestos por una pantalla (táctil, por lo general), un teclado, un lector de tarjetas, un emisor de recibos y el dispensador de dinero. Como es de esperarse, es casi un requisito tener una tarjeta de débito o crédito y conocer su PIN para tener total disposición del cajero, ya que lo usual es introducir la tarjeta por una ranura, aunque actualmente hay cajeros con lectores contactless que reconocen el chip de la tarjeta mediante ondas, acercando la misma apenas un instante. Además, la tecnología reciente permite leer códigos QR y también se ofrecen servicios al introducir una clave temporal, pero solamente para funciones específicas y limitadas.

Tipos de ATM

Como fue anticipado, hay diferentes tipos de cajeros automáticos, según sus funciones y características. A continuación, te damos a conocer algunas de estas variantes:

• ATM cash o tradicional: Son los cajeros más básicos, donde únicamente se permite el retiro de efectivo. Puedes encontrarlos sin falta en cada sucursal de los bancos y en otras ubicaciones estratégicas, como supermercados, centros comerciales y gasolineras.
• ATM full o Multi ATM: Es una máquina más completa, en la cual puedes retirar y depositar dinero. Comúnmente está dentro de los bancos y es donde puedes realizar todas las operaciones que mencionamos anteriormente.
• ATM 24/7: Este tipo de cajero automático tiene como característica el ser accesible a toda hora, y suelen ubicarse fuera de los bancos o en tiendas que nunca cierran.

Realiza transacciones de forma segura

Como último punto, es importante hacer énfasis en algunas recomendaciones de uso eficiente de los ATM’s. Lo principal es que cuides muy bien tu contraseña y, de ser posible, cámbiala cada cierto tiempo (a veces el mismo ATM lo permite). Mientras hagas uso del cajero, mantente pendiente de lo que sucede a tu alrededor, si notas alguna alteración en la máquina debes reportarlo al banco encargado. Otra sugerencia es revisar constantemente tus movimientos bancarios, para comprobar que todo esté en orden tras el uso del ATM.

Una de las ventajas de los cajeros automáticos es su seguridad, pero siempre es bueno estar alerta en todo tipo de operación financiera. No tengas miedo de su uso, los ATM’s son parte de la entidad bancaria y su alta disponibilidad hacen que procesos antes tediosos, como el abono a cuentas, la solicitud de efectivo y el pago de facturas, ahora se realicen de manera rápida y evitando filas inmensas.